Entretenimiento

UNA PELÍCULA Y UNA CANCIÓN

La historia de las finanzas de México, tuvieron un parteaguas en los años ochenta, la nacionalización de la banca ocurrida en 1982, condicionó a los bancos a dar créditos, cosa que alejo a las empresas y a las personas de estos y los acerco a otro tipo de financieras para obtener créditos, justo el sexenio de Miguel de la Madrid tuvo un punto de quiebre cuando se democratizó el mercado en 1987 y así financieras y casas de bolsa crearon una burbuja financiera al tener alzas superiores a su valor tras recibir a inversionistas a diestra y siniestra.

Esto creo una devaluación del peso y un quiebre del sistema financiero en 1987, hoy lo entiendo e incluso lo he estudiado, pero en aquellos años y mientras estudiaba yo la secundaria lo escuche de mis padres y de maestros en clase, pero solo lo comprendí cuando mi viejo en aquellos años no me pudo prestar para comprar un disco que de manera repetida escuchábamos en la radio mi hermano y yo, el disco se llamaba como la banda que acompañaba a la vocalista y titular del álbum, Cecilia Toussaint.

De 1987 y editado por Pentagrama, “Arpía” se destapo como el primer gran ejercicio de esta voz, hoy patrimonio de la ciudad de México, con letras de la propia Cecilia, Jaime López y Pepe Elorza esta fue la banda sonora de muchos que crecimos y vivimos la época escolar en la década de los 80, canciones como “Tres metros bajo tierra”, “Ámame en un hotel”, “La 1a. calle de la soledad”, “ Me siento bien pero me siento mal” y “Prendedor” viajan del blues al rock al sonido de una ciudad que vibraba con esa inocencia de aquellos que no habían vivido el rock en vivo.

La banda que acompañaba a Cecilia Toussaint estaba conformada por el ya fallecido Pepe Domínguez, Rodrigo Morales en el bajo y el querido Héctor Castillo a quien admiramos por su labor con la cultura y la música en espacios como El Circo Volador haciendo la batería, sin duda un equipo que demostró y con creces que el rock tan subterráneo y oculto en esos años estaba muy vivo.

Deseaba profundamente ese disco y esa tarde recibí la negativa de mi padre para comprarlo, en cambio fuimos al cine, de manera mas precisa al Diana del centro de la ciudad, daban una película de nombre Mariana, Mariana, una película dirigida por Alberto Isaac, el mismo de “Tivoli” y “Tiempo de lobos”, ahí estábamos dos chamacos y un señor que no sabia lo que nos llevo a ver, vaya experiencia la que tuvimos repitiendo la historia de dos hermanos que descubrían la vida, el amor y las relaciones con un padre adusto y terrible, mientras el mas joven de estos hermanos se enamoraba de la mamá de su mejor amigo, Mariana; La cinta esta basada en el libro “Las batallas en el desierto” de José Emilio Pacheco y ahí estaban Gerardo y Luis Mario Quiroz, Don Pedro Armendáriz, Aarón Hernán, Saby Kamalich, Nacho Retes, Bruno Bichir, Héctor Ortega como un divertidísimo sacerdote y hasta Roberto Palazuelos, pero la figura central era la fantástica Elizabeth Aguilar, de fama Playboy la mujer nos dio una lección de sensualidad y un beso al joven enamorado que parecía que nos lo daba a todos los asistentes.

Soñamos durante muchos años con Elizabeth Aguilar, soñamos durante muchos años con Cecilia Toussaint, meses después y en medio de la debacle económica mi padre llego de su trabajo con el disco de acetato que nos dejaba ver en la portada a la cantante sentada en un banco, con sus tenis viejos y sus agujetas rojas, “Arpía” se leía y el disco nos acompañó también durante años, como dice la canción, como prendedor…  

Mostrar más
Botón volver arriba