Fútbol

Mis vivencias con el balón parte 5

De Toluca Para El Mundo
VIVENCIAS (5)

Por “el chita “
En esta, la quinta entrega de mis vivencias me gustaría nombrar a algunos jugadores que cumplieron el sueño de debutar en Primera División y que son originarios de Toluca o sus alrededores. La lista debería ser inmensa, pero lamentablemente NO es así y les juro que no ha sido por falta de talento local, pero si de oportunidades, preferencias y otras circunstancias que les estaré contando.
Incluso, en algunas épocas o podríamos hablar hasta de discriminación. En los ochentas, me relatan amigos y exjugadores que cada año se hacía un famoso cuadrangular de scauteo. Venía la escuela de Guadalajara de Don Rogelio Becerra, las dos del Distrito Federal que comandaba “La negra” Gutiérrez y la de Toluca. Era un fin de semana intenso, los jóvenes se jugaban su sueño en un fin de semana. Ahí estaban todos los entrenadores, el del primer equipo, y el resto tomando nota. Eran 4 equipos de edades entre los 15 y 16 años. De ahí te elegían para pasar a la reserva profesional o te daban las gracias.
De la perla tapatía, se quedaba casi siempre la mayoría y NO precisamente porque todos jugaran mejor, solo que a diferencia del resto a ellos tenían la enorme ventaja de ser observados 15 o 20 días más, ya que para no desperdiciar el gasto ya que venían de muy “lejos”. El club los dejaba en la casa club que estaba en la calle de Felipe Villanueva, justo donde ahora están las oficinas y entradas de los autobuses. Les daban alimentos, cama y entrenamiento. Ya sin la adrenalina o presión de tiempo tenían más días para mostrarse, no como los que eran de Toluca a los que ni un taco les daban, porque eran locales. En fin, era otra época.
De aquellos tiempos de los 80s originarios de Toluca y alrededores que lograron debutar recuerdo al portero Vicente Munguía, al central Gerardo Quintero, a un habilidoso extremo con rodillas de cristal como lo fue Pascual Vilchis, a otro externo derecho de nombre Jaime Valdés, al centro delantero Gustavo Calderón, que hasta gol de chilena metió o a un talentoso Tereso Salinas, que se quedó en promesa. De esa década ochentera, seguramente se me olvidan algunos, ojalá me escribieran a mi twitter @elchitavivenci1 para recuperar esa memoria de jugadores tolucos 100%.
Ahora tocare a los que me tocaron de mi generación en adelante, iniciare hablando de los hermanos Mendoza; Luis y Juan Carlos, que, aunque nacieron en el Distrito Federal, fueron adoptados en el Estado de México desde su edad temprana y terminaron haciendo su carrera futbolística en nuestro Toluca. Ambos debutaron con los diablos, aunque no brillaron como se esperaba, pero siguieron su carrera en el medio futbolístico, uno de ellos como DT de las Diablitas, el equipo femenil y el otro DT fue entrenador de Murciélagos en la división de ascenso.
Otro caso es el de Octavio Mira, un central de muchas condiciones oriundo de Huixquilucan al que las lesiones lo marginaron pronto, pero que hoy sigue ligado al futbol ya que es el técnico del Club Histeria de 3ª División, que juega en Toluca, bueno realmente en la cancha de “el mirador” nuestro “campo de los sueños” de las ligas del barril de estos rumbos.
En cuanto a vivencias, hoy les contare la que viví en la tribuna de sol general al terminar un juego de mis diablos contra el desaparecido Tampico Madero. En ese equipo jugaba entonces el brasileño Reynaldo Gueldini que tenía un verdadero cañón en la pierna derecha y que dicen, se tomaba hasta el agua de las macetas en sus tiempos libres.
En aquel entonces existía la porra del “güero” Gama, un gran aficionado, apoyando igual que nosotros estaba ahí 15X15 sin falta, igual suéter rojo, bandera, un gran aficionado. Acabando el juego mi hermano mayor y yo, nos trepamos como pudimos a la alambrada de sol hacia la de palcos, porque de esa zona la barda era muy pequeñita y se podía brincar a la cancha para perseguir a los jugadores a pedirles un autógrafo. No había, seguridad, ni tampoco jugadores se sentían las divas, de hoy en día. Y si metías un balón, hasta podías meter un gol y echar cascarita un rato.
Fue la primera vez que pise el césped del templo de mis diablos ¡NO manches! ¡Estaba pisando el infierno y me sentía en el cielo! Volteé y vi que los hijos del “güero” Gama estaban ahí, habían hecho lo mismo. Eran altos, rubios, pero también soberbios, ellos metieron balón, pero no nos querían dejar jugar. ¡Ah! como iba con mi hermano mayor, que era de pocas pulgas, pues nos metimos a jugar a puro producto de gallina, porque si escribo ahuevo lo mismo me censuran.
Chutamos entonces el balón al área donde estaban los “güeritos” Gama y ya se imaginarán; nos quisieron sacar de la cancha, mi hermano, como era de esperarse no se dejó, se hizo de palabras con el más grande de ellos. Yo, a mis escasos 11 años me puse nervioso al principio, pero como también me encantaban las trompadas pues dije; “esto ya es cosa de familia” y hubo manotazos, puñetazos, empujones, patadas y mentadas de madre… muchas mentadas de madre.
¿Quién lo hubiera dicho? MI primera incursión en el pasto de la bombonera termino en una campal familia contra familia. Eso NO fue todo, lo peor es que la pelea se trasladó a la tribuna, ahí estaba mi jefe, con sus cuates echando cheves y también el papá de los Gama. Se calentaron los ánimos, hubo también gritos, manotazos, pero finalmente impero la educación y la cordura entre los jefes, hablaron, entendieron que eran temas de niños y solo todo topo en eso.
Pero eso no iba a quedar así, al llegar a casa, mi papá “desenfundo” la garganta vino un vigoroso regaño y un severo castigo ¡NO había ni balón, ni juego en el patio toda esa tarde! Terminamos comiendo, en familia. Yo agachaba la cabeza, y entre bocado y bocado mi cabeza no dejaba de recordar, imaginar y soñar; “había pisado la cancha, había metido un gol, algún día lo haría de a de veras… algún día. También supe que meterme a la cancha NO era lo más correcto, pero sirvió como abono de mi pasión y mis sueños…
Por hoy se me acabo el espacio… El próximo domingo nos seguimos leyendo. Estaré atento a sus comentarios, sugerencias en mi twitter @elchitavivenci1 ¡cuídense mucho!
“PARA QUE NADA NOS SEPARE, QUE NADA NOS UNA” Pablo Neruda.

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