ANÁLISIS

Tomás Flores Rosales

• Delfina Gómez Álvarez, atrapada en el viejo régimen durante sus primeras 48 horas como gobernadora constitucional .
• La “cargada” , el “besamanos” y el “nepotismo” incesantes aún la persiguen .
• El haber evocado a AMLO como “demócratas” a sus antecesores , Enrique Peña Nieto y Alfredo Del Mazo Maza, debe representar para Delfina Gómez Álvarez un peso político a su encomienda mexiquense.
• A “toro pasado” destellos rebeldes del senador Higinio Martínez Miranda que ya no impactan la “coraza” fortalecida de la nueva gobernadora no obstante haber justificado ayer su ausencia el legislador.

No estaría mal que a partir de este día el ungido gobierno de Delfina Gómez Álvarez rompiera con el estilo del viejo régimen a fin de aniquilar para siempre los letales riesga que se ha expuesto en las recientes 48 horas que son :
1.- La “cargada” .
2.- El “besamanos”, y

3.- El nepotismo
Precursores, estos tres flagelos , del sí “mentir”, del sí “robar”, del sí “traicionar” , precisamente los verbos que la maestra ha tenido a bien calificar como “principios” de su gobierno , heredados del movimiento de la Cuarta Transformación que encabeza en todo el país el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Se entiende que durante las primeras 48 horas de su mandato , Delfina Gómez Álvarez, tuvo que sujetarse , por disciplina protocolaria, a los designios del gobierno que la antecede , incluso al ritual inscrito en la Constitución Política local que exige la rendición de protesta de la nueva titular del poder Ejecutivo en sesión solemne de la cámara de diputados mexiquense, pero no necesariamente la presencia del presidente de la República , ni tampoco del gobernador saliente y menos la escenificación de la especie oculta del “cargada-besamanos” en un repleto “Teatro Morelos” pero el contexto político así se lo demandó a Delfina Gómez Álvarez y así se procedió .

De igual manera los rituales ancestrales del “grito de independencia” y del desfile alusivo al 16 de septiembre no pudieron estar exentos del “tufillo” del viejo régimen, escenarios que habrán de concluirse a partir de este momento y dar paso no solo al estilo de gobierno que impregna la maestra en el Estado de México , sino a construir los cimientos del nuevo régimen que intrínsecamente le exigen los ciudadanos a partir de su voto depositado en las urnas el 4 de junio pasado .

Trabajar 16 horas todos los días como dice que lo hace el presidente Andrés Manuel López Obrador , su mentor , podría ser más que su discurso el legado del jefe del Ejecutivo federal hacia su investidura hoy como gobernadora de un de las entidades más importantes del país y sobreponerse a cuestiones de tipo político menores que ahora ya no deben trastocar su responsabilidad constitucional como la ausencia del senador Higinio Martínez Miranda al evento de rendición de protesta del grupo de las y los colaboradores que la acompañarán en el gabinete legal en el inicio de su administración , posiblemente el legislador de marras inició su labor asignada de eventos especiales a partir del primer segundo del 16 de septiembre y eso le impidió quizá estar presente para ser incluido en la fotografía oficial , detalles que a Delfina Gómez Álvarez ya no le tocan lidiar , se acabó el “jaloneo” , la “grilla” y los “berrinches” que suelen pulular de manera doméstica en los grupos de poder en donde se diputa la gubernatura, misma que ya ganó la maestra desde las trincheras constitucional y política y por tanto el problema de las secuelas ya no es suyo en virtud de que ya tiene sobre la espalda a una entidad federativa de 18 millones de habitantes, hombres, mujeres y niños sumidos en porcentajes preocupantes de pobreza ,marginación y desigualdad y que además padecen la percepción de inseguridad en extremo reflejada en feminicidios y expresiones de la delincuencia organizada en zonas específicas del territorio mexiquense que de no ser atendidas de inmediato podrían aflorar en cualquier minuto de este nuevo gobierno morenista que tendrá que hacerse sentir entre la gente que para siempre ha decidido extirpar el viejo régimen priista que aún se asomó vivo y coleando – valga la expresión – en el discurso externado por el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su estancia en el recinto cameral local en la sesión que ungió a Delfina Gómez Álvarez , cuyas conductas “demócratas” de Enrique Peña Nieto y Alfredo Del Mazo Maza , figuras icónicas del mítico “Grupo Atlacomulco” , “nunca las olvidaré” , ha confesado el titular del Ejecutivo federal desde la más alta tribuna del parlamento mexiquense.

Donde hubo fuego , hay cenizas aún. Cuidado .