ANÁLISIS 

Tomás Flores Rosales 

• Nuevo Gobierno mexiquense, hacerse sentir .

• Secretario de Gobierno, del discurso a la realidad . 

• El otro flagelo, al acecho. 

Al parecer ya se le “hizo viejo” -como suelen pincelar los analistas políticos europeos- el mes de septiembre al secretario general de gobierno , Horacio Duarte Olivares , quien apenas hoy cumple 13 días en el cargo y que como muchos observadores creyeron se haría sentir al primer minuto del 16 de septiembre pasado, pero no ocurrió así y el cuadro principal de la capital mexiquense, al menos el que se ciñe al número 300 de la avenida Sebastián Lerdo de Tejada , ofrece el mismo escenario heredado por la administración que antecedió a la de Delfina Gómez Álvarez.

La verdad inquieta esa fotografía que se adereza aún más con las movilizaciones callejeras de las horas recientes que toman a la sede del Ejecutivo estatal como eje central para explayar sus demandas, exigencias y peticiones de antaño incluso que no les han resuelto.

Podría decirse que se trata de grupos o manifestaciones bien identificadas, incluso plagadas de intereses o también que obedecen a un radicalismo trasnochado o cualquier argumento que justifique para bien o para mal la postura con la que al parecer responde el nuevo gobierno en funciones.

Pero lo que no se debe justificar es la posible real respuesta que proyectan las nuevas autoridades frente a los epítetos que intentan quizá sacar raja abanderando causas sociales como las que ejerció MORENA, partido que logró la gubernatura el 4 de junio pasado, en algún momento pero que hoy sus protagonistas convertidos en autoridades le deben encontrar la cuadratura al círculo.

    1.- Un denso plantón que lleva semanas casi en la entrada principal de Palacio de Gobierno.

    2.- Escuálidas manifestaciones previstas , calculadas y focalizadas no complicadas en  el estricto razonamiento para resolver .

    Ambos casos que la secretaría de Gobierno ya debió haber resuelto para por lo menos tener una carta de presentación que produjera más confianza a la población en el sentido de que :

     a).- “somos diferentes”.

     b).- “no somos iguales”.

O algo que rompiera con el continuismo gubernamental enseñado desde el 14 de septiembre pasado.

Horacio Duarte Olivares, responsable de la política interna del Estado de México, como se lo exige la Constitución local y también la federal, deberá concentrarse en permanecer día y noche al tanto de lo que ocurre a todo lo largo y ancho de la entidad, abstenerse lo más que pueda de apersonarse como incisivo acompañante de la nueva gobernadora y convertirse mejor a partir de antier en secretario de Gobierno.

La nueva mandataria , no hay duda, sabrá cuidarse sola , mientras los más de 18 millones de mexiquenses requieren que alguien se haga cargo de la armonía y estabilidad cotidiana, más que perseguir a los enemigos de la sociedad, prevenir para que no se cultiven más, no se fragüen en ningún rincón de la geografía mexiquense, por eso es sustancial que el Secretario de Gobierno goce de cabal salud  por el bien de todos los habitantes de los 125 municipios y , claro , presentando una fachada despejada del Palacio de Gobierno a la altura de la Cuarta Transformación.

   A.-  No hay duda de que gobernar tierras mexiquenses no es fácil .

    B.- No hay duda que apenas son 13 días de haber arribado el nuevo gobierno a la sede del Ejecutivo estatal .

    C.- No hay duda que no es lo mismo cambiar de gobierno que cambiar de régimen .

Pero de lo que tampoco hay duda es que de la A a la C todo eso ya lo sabían las y los nuevos inquilinos de Palacio de Gobierno, luego entonces ¿Qué esperan para hacerse sentir desde un ángulo positivo y no de reproche?

Las y los mexiquenses, en una mayoría, todas y todos acudieron a las urnas a votar a favor de Delfina Gómez Álvarez ya cansados y cansadas de tanta negligencia , ineptitud , arrogancia, mentiras, falsedades, cinismos , incapacidad , corrupción y mentiras del viejo gobierno producto de un partido político hegemónico , por eso hoy a distancia de 13 días de haber iniciado la nueva administración al menos un guiño de comunicación reclaman los ciudadanos para estar tranquilos que todo va bien en el riesgoso ínter de pasar del discurso a los hechos , por la justificada razón de que en cualquier momento podría aflorar el flagelo que hasta hoy permanece oculto y quizá bajo control .

Pero hay que ver.