Análisis

Por:Tomás Flores Rosales

PRI mexiquense al filo de su desaparición.

Golpe “blando” contra el CDE reacción emergente .

Derrotados , sin líder , sin dinero y sin proyecto en la víspera electoral del 2024 .

El cascarón que dejó la elección del 4 de junio pasado en el Estado de México se denomina PRI , cuyas consecuencias no son estridentes en virtud de que no hay fuerzas internas que intenten rescatar al organismo que sirvió para la unción del gobernador saliente que tras haber rendido protesta en septiembre del 2017 no hubo manifestaciones permanentes a favor de esas siglas .

Lo que orilló que el tricolor perdiera identidad no obstante los destellos del 2021 cuya inercia hizo creer a sus entonces dirigentes sobre la engañosa recuperación al ganar un puñado de ayuntamientos y alcanzar cierto equilibrio parlamentario producto de la ola expansiva que dejó a su paso MORENA en el 2018 .

Lectura que no supieron interpretar las escuálidas élites del PRI mexiquense de ese momento , se montaron en la idea de haber acumulado poder suficiente para conservar la gubernatura sin ofrecer al organismo valor agregado .

El señuelo del 2021 anquilosó las prácticas del viejo partido , los grupos cerraron filas con el único capital de haber recuperado terreno en distritos y municipios marginando a quienes no habían sido parte de la supuesta hazaña que logró el equilibrio en la cámara de diputados local .

Las actividades en el PRI mexiquense desde ese momento se convirtieron en prácticas burocráticas , con una dirigencia anidada en el deseo de alcanzar la candidatura a la gubernatura en este 2023 , lo cual logró sin aplicar las reglas de la política política , todo fue consultado en Palacio de Gobierno en donde no se tenía interés alguno por el partido , por eso las peticiones partían de la calle Nicolás San Juan hacia Lerdo Poniente 300 y no a la inversa como fue la práctica común tricolor .

No había política , solo peticiones para el ínfimo pago de nómina y gasto corriente , el edificio del partido era una oficina común del gobierno después de los comicios del 2021 y continuó igual durante el proceso electoral del 4 de junio pasado cuyos tiempos legales están por agotarse cuando a la ganadora se le otorgue la constancia de mayoría .

Difícilmente las impugnaciones se tornarán de fondo , no hay ánimo ni condiciones para ello , los priistas se sienten derrotados no por sus adversarios sino por sus correligionarios principales , lo que los lleva a ser mudos testigos del desgajamiento que enfrenta en estos momentos el CEN de su partido que encabeza Alejandro Moreno Cárdenas , alias “Alito”, así le gusta que le digan .

Los priistas mexiquenses siempre representaron el motor de su partido a escala nacional , los que apuntalaron decenas de procesos electorales en estados varios , fueron los militantes y dirigentes de mayor oficio político de todo el país .

Por eso no extrañaría que la crisis tricolor a escala nacional en boga a raíz de la sucesión presidencial calara hondo en el priismo mexiquense aderezado a ello la derrota del 4 de junio pasado generando como consecuencia un golpe “blando” contra el CDE actual .

Preámbulo para la desaparición del PRI en el Estado de México a la par, de manera sutil , a lo que está ocurriendo en estos momentos en el PRI nacional , sobretodo de esta manera en virtud de que no hay liderazgos priistas que aglutinen una rebelión directa contra la actual dirigencia estatal .

Y es que la derrota en la dimensión que se ha observado no ofrece a la vista consecuencias para las y los responsables , todo permanece en la cínica lógica del fracaso .

Un golpe “blando” en el entorno priista mexiquense es la reacción más a modo en estos momentos antes de la ausencia de los responsables con el fin de darse la oportunidad de sobrevivir a septiembre próximo, fecha en que inicia el proceso electoral federal .

Y es que los priistas mexiquenses tienen en sus alforjas cero estímulos :

1.- Llevan sobre su espalda la derrota del 4 de junio pasado .
2.- No tienen dinero .

3.- No tienen líderes .

4.- No tienen proyecto.

No tienen ánimos de ninguna especie , lo que les coloca en la nada política . Condiciones -las mencionadas- idóneas para que el PRI mexiquense desaparezca junto con su homólogo nacional al perder, este último, su registro en junio del 2024.