Opinión

Las circunstancias …. Mandan

Boghar González y González

Nuevos Universitarios

En estas semanas miles de jóvenes ingresan, a las universidades públicas y privadas o a otros sistemas de nivel superior del país, las expectativas familiares y personales son grandiosas, sin embargo, las vivencias académicas y sociales del primer mes definen en un porcentaje alto, la permanencia en el nivel superior, las causas son multifactoriales, numeramos las principales y la forma de atenderlas para tener mayor posibilidad de éxito. 

Los factores emocionales son fundamentales, se debe tener presente en padres, docentes y directivos, que a esta generación le tocó un par de años y el cambio de secundaria a bachillerato con pandemia, situaciones familiares, sociales, académicas atípicas, incertidumbre, temor, perdidas, duelos, etc.

Necesitamos observar y accionar ante cualquier señal, los jóvenes experimentan en estos momentos uno de los sentimientos más sublimes: la libertad, nuevos amigos y relaciones, mayoría de edad, autonomía en algunas decisiones, al mismo tiempo, consecuencia de la pandemia y el efecto de las redes sociales, tendencias ansiosas, depresivas y en algunos casos personalidad introvertida por el aislamiento social. 

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Aunado a lo anterior, alrededor de un 20% de estudiantes se tienen que desplazar de su hogar para hacer estudios de nivel superior, la necesidad de alimentos, limpieza, nuevas instalaciones, carencias y soledad condensan una serie de emociones que si no son detectadas y canalizadas a tiempo pueden ser factor de abandono de la universidad.

En el plano académico y en la nueva aula, pueden empezar las dudas respecto a los conocimientos con los que egresan de los distintos sistemas de bachillerato y por considerar, falsamente que, si continúan estudiando en ese nivel, todos son estudiantes de excelencia por ego, no se pide apoyo académico con asesorías extras, recomendaciones de bibliografía o algún otro tipo de regularización. Por lo anterior la autoestima se puede ver afectada y por consecuencia, el rendimiento académico.

La adaptación debe ser pronta con apoyo en casa y en la nueva institución, se recomienda desarrollar nuevas estrategias de estudio y la implementación de una agenda para gestión de los tiempos académicos y sociales, el cuidado físico y mental, creación de nuevas redes de amistades, saber manejar un presupuesto, aprender a decir no y que la nueva escuela se convierta en un lugar seguro, con docentes y colaboradores sensibles.

El estudiante y la familia deben sentir la confianza de solicitar ayuda, para cualquier necesidad académica o emocional y esto se logra si observa el contexto propicio, libre de señalamientos negativos o autosuficiencias mal gestionadas.

Como se ha insistido en esta columna, todo cambio inicia con nosotros, los nuevos universitarios, serán los profesionistas del mañana, seguro los vamos a encontrar ejerciendo sus estudios en los hospitales, los juzgados, las constructoras, los servicios automotrices, en bancos, oficinas gubernamentales de cualquier nivel, etc. 

Así que más nos vale, apagar un momento nuestros dispositivos, dedicar tiempo de calidad presencial y ser parte activa en la formación de excelentes profesionistas y mejores seres humanos.   boghar@hotmail.com

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