Fútbol

Vivencias 23 El Día Qué Xolos Nos Embrujo el Estadio

Por “El Chita”

Estimados amigos es un placer seguir escribiendo y saber que cada vez me leen más, con decirles que en el portal de ESPN hasta me fusilaron el concepto, pero como la escribió mi buen “Yisus” se le perdona ya que también es Toluco y Potro de la UAEM como un servidor. Ver plasmado el concepto de mis vivencias me llena de alegría y orgullo porque, aunque no soy un profesional en esto de la comunicación veo con agrado que a algunos picudos del oficio les gustan algunas de mis historias y recuerdos.

Esta semana nos tocara recibir a los Xolos de Tijuana, que aquí entre nos y por aquello del Profe Hank, es el gran candidato para quedarse como dueño de nuestro Toluquita, cuando Don Vale ya no este, que espero falte muchos años, ese es otro tema que otro día valdría la pena tocar más profundamente.

Recordar los juegos ante Xolos, me da sentimiento y sed de la mala –de esa que mato a José José- y cómo no si todo me conduce a esa esta maldita final que perdimos en el Nemesio cuando éramos los grandes favoritos en el 2012.

Vaya partido tan raro; el maestro (Meza) se enfrentó contra el alumno (Mohamed) y nos ganó el escolapio argentino. Hago énfasis en un partido raro repito, por qué nuestro equipo estaba como bloqueado, sin magia, sin hambre, sin esa idea que a lo largo de la temporada en que fue líder general. 

En esa temporada como en otras Sinha, se había convertido en “el jefe de jefes” en el medio campo, corría, armaba, gritaba, era el que como dicen por ahí el que “repartía el queso” solo que justo en eso maldito juego no hubo “clientes”, ni compañeros; “el pájaro” Benítez fue un auténtico “chichicuilote”, el panameño Luis Tejada, jugo como Short Stop, porque de delantero matón no tuvo nada y hasta lo sacaron por el “cone” Brizuela.

 Todos estaban como pasmados, hasta nosotros los aficionados, fue una noche negra tarde. Por si fuera poco el Paco Chacón que fue el árbitro le perdono la roja al argentino Gandolfi, que le hizo una entrada criminal a Sinha para ablandarlo, pero tampoco vamos a andar con pinches excusas porque jugamos del “nabo”. Richard Ruíz, quien luego jugo con nosotros nos vacuno para el primero y luego el colombiano Duvier Riascos, nos entregó la carta de defunción en nuestro propio estadio.

El equipo estuvo irreconocible, de los que recuerdo están; Talavera, Novaretti, Dueñas, Carllitos Esquivel, Wilson Tiago, y Juan Carlos Cacho, todos ellos estaban  como pasmados. Yo tenía ya la fortuna de conocer a varios jugadores y directivos del plantel, recuerdo que el hijo de uno de ellos me contó algo que me hasta la fecha me tiene intrigado.

Me platicó que antes de esa final toda la plana mayor de la directiva de nuestro toluquita incluido el dueño, comieron con la familia Hank en un famoso restaurante del centro de la ciudad, y que ahí hicieron una apuesta la cual el Jorge Hank (padre) el verdadero dueño de Xolos, aseguró que se coronarían en nuestro estadio, tal y como sucedió.

No muchos saben la historia, pero no es mentira. Don Jorge Hank metió a un “brujo” al estadio, sí así cómo le hacen muchas veces en Argentina o en Sudamérica, lo mismo para apantallar, que para salar.  Este pinche brujo, entre mentadas y mentadas hizo su ritual específicamente frente a la portería de sol, donde nos hemos coronado en penales 3 ocasiones en esa portería, sabrá  Dios que  chingaos hizo el Brujo, si solo fue para provocar o echar la sal, pero lo cierto es que nunca cayó el gol en esa maldita final que nos ganaron 0-2-

¿Recuerdan la actuación de Cirilo Saucedo? Pinche Cirilo, se hizo odiar con sus despejes de pasitos, más pasitos y más pasitos, para despejar se tardaba más que yo cuando mi Jefa me mandaba a mí a las tortillas y me entretenía en las maquinitas, pero  además el portero de Acámbaro se reía el muy “mula” para provocar…. jajaja ya hasta  empecé a hacer corajes nada más de recordarlo.

Ya viene el Halloween, y no se en que lo que usted crea o no crea al respecto, pero yo estoy seguro de que nos embrujaron la portería. Perder aquella final, fue un nuevo dolor para mí y mi familia que desde un par de meses antes estaba de luto por el fallecimiento de mi querido padre, mi guía, mi ídolo y quien me heredó los colores y pasión de su amado Toluquita.

 Cierto es que me calo profundamente la derrota, pero no tanto como el dolor de llegar a casa de mis papás con las manos vacías. Yo tenía ya el plan de cómo festejaría el triunfo y un nuevo título, Al terminar el juego me iría derechito a la casa, y ahí frente a la foto de mi viejo, nos tomaríamos un Brandy para festejar. No, no hubo festejos, si la visita, unas lágrimas y una copa para contarle a mi padre de la derrota de nuestro equipo.

Ese fue nuestro ritual en los últimos años, recuerden que desde que ya les conté que pertenecía a la “perra brava” mi papá dejó de acompañarme al estadio, por eso era que, acabando los juegos, llegaba a su casa para platicar del partido, de nuestras cosas, muchas de estas tardes terminaron con una guitarra entre canciones, recuerdos y grandes bohemios.

Fue en aquellas inolvidables tardes que hoy tanto añoro, donde me abrió los ojos con sus sabios consejos. Daria lo que fuera por otra tarde con él y sus consejos, quizá hoy me haga más falta que nunca, pero sé desde algún lugar del cielo nos sigue dando luz, quienes me estén leyendo y todavía tengan el enorme privilegio de contar con sus padres un consejo; ¡disfrútenlos, abrácenlos, bésenlos y siempre díganles cuanto los aman!  Yo lo sigo haciendo cada noche, en cada momento que paso en compañía de mi madre adorada, sé que él nos escucha y nos bendice.

Bueno ahora como ya me puse melancólico, empezaré con mis recomendaciones etílicas de final de cada columna, hoy le toca el turno a un “señor” mezcal que me encanta, pero solo lo encuentran si viajan o lo encargan directamente a Oaxaca.  Se llama “Pensamiento” porque lo produce el Sr. Gustavo Pensamiento.

Así que si van a Oaxaca no dejen de probarlo, me gusta el blanco y me empinaré unos 5 para recordar “las horas felices se fueron para no volver” que es una inolvidable frase de una canción. ¡Salud!

“La vida sin música, no tendría sentido” RF 46

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